jueves, 15 de septiembre de 2011

La Primera Cita





Una mezcla de alegría y pavor se Confunden en tu mente cuando él se Acerca. Tu estomago repentinamente da Vueltas con una sensación de frio que sube Hasta tu garganta, lo que provoca que tus Mejillas se sonrojen. En medio de una multitud Puedes distinguir su voz y al sentir su olor de su perfume suspiras. Puedes hasta pasar horas escribiendo su nombre en una hoja de Papel y procuras siempre estar lo más Linda posible. Cuando te das cuenta, pasas la mayor parte De tus días pensando en él: ¡Estas apasionada! .Algo está cambiando dentro de ti ya no vives única Y exclusivamente para ti misma. Te preocupas Con lo que él piensa con respecto a ti, quieres saber Lo que a él le gusta para que el pueda mirarte De una manera distinta, quieres ser especial para él.
Sucede el tan anhelado momento: ¡él se acerca a ti y te habla! ¡Tu Corazón parece que se quiere salir por la boca y no sabes que decir! ¡Él se ha fijado en ti! Ahora ya es “oficial”, la primera cita y ya no Consigues ocultar tu ansiedad en que los días pasen deprisa. Te preparas: La mejor ropa, zapatos nuevos, peinado especial. Llega el tan esperado, aguardado y soñado día y te das cuenta que él es mucho más Guapo de lo que creías. Ya sabes dónde encontrarle siempre, tienes libertad para acercarte a él, es real: ¡Eres su novia!
Los meses pasan y siempre disfrutas cuando él está cerca. El te hace sonreír, te tranquiliza cuando esta angustiada, tienes plena confianza en contarle todos tus problemas: tu mundo va cambiando poco a poco, el llena tu “vida”. Un día se acerca a ti con un par de anillos en la mano y te pregunta: ¿quieres casarte conmigo? tu con lagrimas en los ojos respondes: NO……
¿NO? Parece una respuesta incompresible, ¿verdad? Pero esta historia ocurre muchas veces, tal vez contigo misma, con quien hablo ahora. Te acercas al señor Jesús, te enamoras, buscas conocerle, pero en el momento de tener una Alianza con EL…. Dices NO, no quieres renunciar a tu propia voluntad, no aceptas entregarte por completo…… ¿Hasta cuándo podrás seguir jugando con tu alma?

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